Nuevo libro de François Prouteau — Odisea para una Tierra habitable

IFF América
8 min readDec 9, 2021

--

  • Camina como Ulises y aprende Sabiduría

El presidente de Fondacio Internacional, François Prouteau fue a explorar la historia de la odisea de Ulises para encontrar respuestas a los desafíos de nuestro tiempo. “Ingeniero Superior” de telecomunicaciones, y también Doctor e investigador en ciencias de la educación en la Universidad Católica de Occidente, el ex director de IFF Europa firma un libro, Odisea para una Tierra Habitable, que se publicó el 3 de noviembre de 2021.

En esta entrevista que se otorgó a Fondacio Internacional, confirma cómo los relatos pueden ayudarnos a crecer:

¿Qué te hizo escribir este libro?

François Prouteau: Estamos en un período de mutación, de crisis, donde podemos buscar historias, relatos que nos ayuden a entender por lo que estamos pasando. Uno de los pioneros de la transición ecológica, Hopkins, decía en la película “Mañana”*: “¿Dónde están los relatos que nos ayudarán a salir de esto?”. Y de hecho, la ciencia ficción, el arte, la literatura y la filosofía de hoy pueden ayudarnos en eso. Mi intención con este libro es de decir: “finalmente, ¿En nuestra herencia cultural, espiritual, religiosa, filosófica, tendremos las fuentes de relatos que puedan informarnos, aclararnos, darnos pistas, para atravesar lo que tenemos que afrontar hoy?”

En cada época, cada nueva generación siente que se enfrenta a problemas
inéditos, nuevos e indescriptibles
. En parte, esto es cierto. Al mismo tiempo, aquellos que estaban enfrentando la desbandada (debacle) de 1940 en Francia, o que fueron afectados por la Peste Negra a mediados del siglo XIV (mató al menos a 1/3 de la población europea) o por muchos otros eventos dramáticos. En la historia de la humanidad, también se podría decir: “lo que vivimos no tiene precedente en la historia de la humanidad, estamos perdidos”.

La cultura nos enseña que hay algo en común entre los hombres, nos
ayuda a vincularnos con otras personas o sociedades que han vivido en su
tiempo y a su manera, eventos alegres o dolorosos. Esto nos da claridad
sobre un porvenir humano que, en todas las épocas, se presenta, como
una aventura por vivir e historias por contar.

“¿Dónde están los relatos que nous ayudaran a salir de esto?”
- Rob Hopkins
dans le Film Demain, de Cyril Dion (2015)

¿En qué es interesante para nosotros hoy día, el relato místico de la
Odisea para Homero?

F.P.: Odisea es un relato fundador. Globalmente esta formalizado en el siglo 8 antes de nuestra era, es decir hace más de 2700 años. Es uno de los primeros relatos de nuestra civilización, Homero hace algo inédito: Reunió los relatos en esta obra, que son fundadores de lo que es “el ser humano”. Eso me interesó: volver a visitar esta herencia de una antropología, es decir de una visión del hombre que se elaboró del punto de vista filosófico, ecológico y político. Me dio ganas de refrescar su lectura a la luz de lo que estamos viviendo hoy como problemáticas del entorno, ambientales, políticos y educativos.

¿Puede el recorrido de Ulises ser una fuente de inspiración para nuestro
camino, individualmente y colectivamente?

F.P.: Ulises es un héroe mítico, inteligente, portador de múltiples talentos. Homero lo llama en repetidas ocasiones el polymechanos (en griego), hoy diríamos el “politécnico”. Y al mismo tiempo, La Odisea muestra cuánto Ulises, aunque es rico en tales habilidades, necesita de los demás. La aventura de su vida es una aventura de humildad y también diría, un aprendizaje de sabiduría.

Finalmente, Ulises regresa como un mendigo, un extraño, un náufrago irreconocible y desnudo en su tierra natal. Él es su rey, y , sin embargo, su situación concreta es similar a la de un migrante de hoy. Algunas personas lo rechazan, otras lo acogen. Homero destaca cómo nuestro patrimonio cultural está marcado por la cuestión de la hospitalidad y la acogida de los demás, en su diferencia.

Es muy conmovedor ver que, en este punto, hay profundas resonancias entre los poemas de Homero y muchos relatos de la Biblia, estoy pensando en las historias de Abraham, Moisés o incluso Jonás. ¿Qué hospitalidad se ofrece al que viene? ¿Qué acogida está reservada para el desconocido? En La Odisea, el respeto se debe a los mendigos y extraños, son mensajeros de Dios; la hospitalidad es divina. Esto es algo que me impactó e incluso me conmovió en las historias de Homero. En la tradición de la Biblia, tenemos la figura de la misericordia de Dios, de la acogida
incondicional de Dios que también nos invita a la hospitalidad.

Y nosotros, hoy, hombres o mujeres del siglo XXI, ¿cómo estamos abiertos a todas las personas que buscan una acogida? ¿Cómo vivimos la hospitalidad entre seres humanos?

Teólogos del siglo XX, como Hans Urs von Balthasar y, más recientemente, Michel Fédou s.j. en sus obras sobre una teología de la cultura, se han percibido resonancias entre los relatos de Homero y los de la tradición de
la Biblia que, para algunos, están escritos en las mismas épocas. Es interesante observar cómo ambos llevan huellas de manifestaciones del Espíritu de Dios, desde una perspectiva cristiana.

¿Cómo discernir la acción de la Palabra de Dios en toda persona de buena voluntad? Creo que para nosotros en Fondacio, esto nos invita a abrir el campo de nuestras acciones y nuestras reflexiones a tales manifestaciones y a la pluralidad de sus expresiones culturales, aún hoy.

¿Este camino sería entonces una brújula para nuestra propia odisea?

FP: Como Ulises, todos somos animados ​​por fuerzas opuestas, las fuerzas
espirituales nos impulsan hacia la belleza, hacia la verdad, hacia “ser uno
mismo, estar con, ser para” orientados al Bien… y, al mismo tiempo, nos
atraviesan fuerzas del mal, de la violencia. Hasta el final, Ulises debe enfrentarse a estas fuerzas opuestas que se oponen a él y a su alrededor.
Su viaje es una navegación para aprender a ser sabio. Esto me recuerda el discernimiento, el ejercicio del juicio que se nos propone en la Biblia: “Mira, hoy pongo ante ti la vida y el bien, la muerte y el mal”, “elige la Vida para que vivas tú y tu descendencia”. (Dt 30 v15 y 19). Es una experiencia universal que trasciende los límites de nuestras pertenencias culturales y religiosas. Podemos juntos, social y políticamente, tratar de discernir este camino, en nuestras relaciones con otros humanos, y también en nuestra relación con la naturaleza y las preguntas ecológicas.

¿Su libro nos invita a caminar hacia una Tierra habitable. ¿A qué se refiere
con este término?

F. P.: Homero describe Ítaca, la tierra de Ulises, como una tierra que está
en proceso de convertirse en una ciudad democrática respetuosa con la
naturaleza. Podemos leer la Odisea, como un largo camino hacia este
objetivo, aprendiendo a ser humano, a cuidar el Cosmos y la naturaleza y
hacer que la Tierra llegue a ser verdaderamente habitable. Se necesita
hacer prueba de inteligencia y sabiduría, parece decirnos Homero.
Además, no debes querer dominar todo. Debemos dejar una
disponibilidad a la radiación de lo divino en nosotros, entre nosotros y en
la naturaleza, dejar que se exprese en nuestras fortalezas y nuestras
debilidades.

Por lo tanto, solo ¿tomando conciencia de nuestra parte divina, y siendo plenamente humanos, que podremos hacer habitable esta Tierra?

F. P.: Donde Ulises es más humano es cuando es más vulnerable, abollado, mendigo, recluso. Asume el rostro de una humanidad que no es todopoderosa, que no lo domina todo. En mi Odisea por una Tierra habitable, también muestro los resortes de la resiliencia humana, vulnerable y frágil. Aprende a recuperarse y unirse al pasar por las dificultades con pasión, habilidad y resistencia. Así es como todos tenemos que cuidarnos unos a otros y a la Tierra. Salvaguardar nuestra casa común es nuestra vocación.

Alcanza eso, ¿la idea de ser todos juntos de un mismo cuerpo?

F. P. : Sí, en la pluralidad donde cada uno tiene su lugar, su razón de ser y vivir en interdependencia con todos los seres sobre la Tierra.

¿Cómo podemos ponernos en camino en este contexto de transición
ecológica?

F. P.: Mi esquema de lectura sugiere duplicar la odisea de Ulises con otra odisea, la de Telémaco, el hijo de Ulises. Éste emprende un viaje de aprendizaje. Esto me recuerda a todos los jóvenes que, hoy, aprovechan un período de voluntariado con Fondacio u otras organizaciones, para conocer una forma de habitar la tierra y conocer otras formas de convivencia. Telémaco regresa enriquecido por sus aventuras y sus encuentros con otras personas en el mar y en otras tierras. Utiliza lo que ha aprendido para volverse verdaderamente responsable de Ítaca. Esto nos invita, cada uno a su manera, a vivir una odisea que para mí es mucho más significativa que una “transición ecológica”. No estamos en una transición suave y feliz. Estamos ante lo imprevisible, inmersos en aventuras humanas a vivir juntos, que exigen toda nuestra lucidez, valentía y determinación de manera duradera. Por eso no estamos en una transición: no sabemos a dónde vamos colectivamente, estamos en una odisea con todos los viajes que nos esperan, pero también todas las alegrías de convertirnos en humanos, juntos.

“No estamos en transición, nos enfrentamos a aventuras humanas para convivir con determinación, en lo desconocido”

¿Cómo se tiene en cuenta en Fondacio esta preocupación por construir una Tierra habitable en términos concretos?

F.P.: A través de la educación de las generaciones jóvenes, tenemos en los
genes de Fondacio
la atención al desarrollo humano, al futuro del mundo.

También tenemos vocación de construir un mundo más humano y justo, que se puede encontrar en muchas tradiciones. En la pluralidad de sus expresiones, estas tradiciones espirituales o religiosas confluyen de cierta manera en este punto. Hay algo de universal en esto en lo que Fondacio participa a su manera y que, desde nuestro último Congreso Internacional en Filipinas, se ha expresado claramente en la formulación del objetivo de nuestro movimiento: convertirnos en constructores de este mundo mejor.

También prestamos especial atención a la fraternidad, que nos aseguramos de vivir como componente constitutivo de nuestra misión. No hay misión en Fondacio que no sea fraterna con quien sea y donde sea. Una fraternidad que está en el corazón y se encuentra en nuestro logo, que expresa el resplandor del amor fraterno de Dios con el mundo.

En su reciente libro, Edgar Morin ** evoca esta fraternidad que obra hoy en muchos oasis, que son signos y manifestaciones de innovaciones ecológicas, educativas y políticas basadas en la fraternidad. ¡Y está sucediendo ahora!

¿Qué le gustaría decirle a un joven de 20 años?

F. P .: ¡Vete hacia esos oasis y a esa fraternidad! Todo es posible. Sueña en grande, no olvides quién eres, el sueño de tu juventud, aunque muchas cosas parezcan complicadas o bloqueadas, es en la medida en que te dejas habitar tu sueño y una promesa de Vida, de vida con una V mayúscula. Encontrarás a otros tan locos como tú que tomarán este camino contigo o te abrirán esta hospitalidad de mentor o compañero, para ayudar a esta tierra, a esta humanidad que parece tan frágil, a estas democracias que parecen tan dañadas. , este clima que parece tan problemático, estas incertidumbres de la biodiversidad tan alarmantes: todo esto no está determinado, la historia no se escribe por adelantado. Nos pertenece escribir la historia juntos. Escribe la historia, vete en Odiseas.

* Demain (2015), film réalisé par Cyril DION.
** Edgar Morin. La Fraternité. Pourquoi ? Actes Sud, 2019

Fuente: Fondacio.org

--

--

IFF América
IFF América

Written by IFF América

Formamos #AgentesDeCambio para transformar América Latina. Conócete para explotar tu potencial.

No responses yet